Damos gracias inmensas a Dios y a la Inmaculada por el don y regalo del nuevo Papa Francisco.
Su nombre, escogido por él mismo como referencia al Poverello de Asís, nos llena de profunda emoción a todos los que seguimos los pasos del Padre Kolbe y del santo de Asís.
Ayer 14 de marzo el Papa Francisco celebró una Misa de acción de gracias con los cardenales electores que lo eligieron en el Cónclave el día anterior. Esta es la homilía completa que pronunció ese día.
«En estas tres lecturas veo que hay algo en común: es el movimiento. En la primera lectura, el movimiento en el camino; en la segunda lectura, el movimiento en la edificación de la Iglesia; en la tercera, en el Evangelio, el movimiento en la confesión. Caminar, edificar, confesar.
Caminar. «Casa de Jacob, venid; caminemos a la luz del Señor» (Is 2,5). Ésta es la primera cosa que Dios ha dicho a Abrahán: Camina en mi presencia y sé irreprochable. Caminar: nuestra vida es un camino y cuando nos paramos, algo no funciona. Caminar siempre, en presencia del Señor, a la luz del Señor, intentando vivir con aquella honradez que Dios pedía a Abrahán, en su promesa.