Una jornada extraordinaria:
4ª Asamblea Nacional de la Milicia de la Inmaculada
El 25 de mayo se ha celebrado en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Madrid la cuarta Asamblea Nacional de la Milicia de la Inmaculada (M.I.).
Ya el pasado mes de febrero el Delegado Provincial de la M.I., fray Gonzalo Fernández-Gallardo, había convocado mediante una circular a los mílites con estas palabras: “…necesitamos acudir a la Asamblea para compartir lo que nos une: el amor a la Inmaculada, el fervor apostólico de San Maximiliano María Kolbe, el ejemplo de su amor hasta el final; necesitamos escucharnos, compartir lo que estamos haciendo, iluminarnos unos a otros y asumir un proyecto común, unidos a la Milicia que crece en tantos y tantos lugares del mundo”.
También en España la Milicia va creciendo discretamente pero con paso firme. Los participantes en esta cuarta Asamblea hemos sido un centenar, en buena parte mílites de Madrid, Palencia y Sevilla ya consagrados a la Virgen en las Asambleas de años anteriores; sin embargo lo más sorprendente de este año es que, entre los participantes, el grupo que en esta ocasión ha aportado el mayor número de participantes a la Asamblea ha sido el proveniente de Murcia, donde los franciscanos conventuales no tenemos ninguna presencia; este hecho sólo se explica por el buen hacer de los Ermitaños de Nuestra Señora de la Luz, que han animado y preparado a un grupo de seglares transmitiéndoles el amor que comparten con S. Maximiliano María Kolbe por la Inmaculada. En efecto, han sido 43 los nuevos mílites que se han consagrado en esta ocasión a María como “cosa y posesión suya”.
La Asamblea se ha desarrollado con un esquema sencillo, pero no por ello exento de fuertes emociones, de intensa oración y de vivencias personales compartidas. Baste un simple elenco de los diversos momentos de la jornada para hacerse idea de la riqueza de lo vivido: rezo del Laudes tras la visualización pausada y contemplativa de las intenciones mensuales de la consagración propias del 2013; una primera exposición sobre lo que significa pertenecer a la M.I. y sus presencias en el mundo; una segunda reflexión-testimonio sobre lo que es la consagración personal a la Virgen; una tercera sobre el futuro de la M.I. en España; los grupos de reflexión en los que todos los participantes pudieron expresarse y compartir vivencias; la comida en el salón de actos de la parroquia (que, por cierto, se hizo esperar, pero nos dejó a todos bien satisfechos); la exposición de las propuestas de la Junta Nacional; el rezo del rosario con especial recogimiento y devoción; y, finalmente, la celebración de la Eucaristía presidida por el Vicario Provincial, fray Ángel Mariano Guzmán, en la que, además de tener lugar las mencionadas nuevas 43 consagraciones, todos pudimos venerar una reliquia de san Maximiliano María Kolbe recién llegada a España, y recibir un pequeño signo de envío con el compromiso de ser la sal de la tierra. Sin duda el buen hacer de la Junta Nacional de la M.I. de España durante este curso pastoral ha tenido mucho que ver en el éxito de esta 4ª Asamblea. Mención especial merece fray Jesús Mari Jiménez, que ha presidido la Junta durante estos meses en que fray Gonzalo se encuentra de comunidad en Bruselas. Gracias a la colaboración de todos los participantes hemos podido vivir una jornada realmente extraordinaria. Queda en manos de nuestra madre, modelo y guía en la fe, nuestra total disponibilidad a la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas, para beneficio nuestro y de quienes encontramos en el día a día. (fr. Antonio Royo)