La Milicia de la Inmaculada en España celebra su 8ª Asamblea Nacional en Granollers en el centenario de su fundación

La Milicia de la Inmaculada en España celebra su 8ª Asamblea Nacional en Granollers en el centenario de su fundación

30 mayo, 2017 | En España

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La Milicia de la Inmaculada en España celebra su 8ª Asamblea Nacional en Granollers en el centenario de su fundación

“La vida mariana y misionera de San Maximiliano Kolbe es una escuela de santidad”

(Fr. Abel García-Cezón, Asistente Nacional de la MI en España)

La Milicia de la Inmaculada (MI) de España ha celebrado su 8ª Asamblea Nacional, acogida generosamente por los frailes franciscanos conventuales en el convento de San Antonio de Padua y Nuestra Señora de Montserrat de Granollers (diócesis de Tarrasa), durante los días 27 y 28 de mayo. Enmarcado en el Centenario de la fundación de este movimiento, el encuentro ha contado con la participación del Ministro Provincial, Fr. Ángel Mariano Guzmán; el Presidente de la MI en España, Miquel Bordas; el Asistente Nacional de la MI, Fr. Abel García-Cezón, el Guardián del Convento de Granollers, Fr. Gonzalo Fernández-Gallardo (quien fue Asistente Nacional hasta el año pasado), así como otros frailes franciscanos y representantes de las diversas sedes de la MI en el país.

Este año, la Asamblea de la MI se ha trasladado a Cataluña con la intención de apoyar los nuevos grupos que están naciendo en esta región. “Ojalá que esta Asamblea, de la mano de María, sirva para entusiasmarnos en la evangelización”. Con estas palabras daba la bienvenida el Ministro Provincial, Fr. Ángel Mariano, al grupo de mílites de la Inmaculada reunidos en el salón de actos del convento franciscano de Granollers. Por su parte, el Asistente Nacional de la MI, Fr. Abel García-Cezón, subrayó que “la vida mariana y misionera de San Maximiliano María Kolbe es una escuela de santidad y que este mártir de la caridad “ha abierto la autopista para ir al Cielo”.

La primera ponencia estuvo a cargo de Miguel Ángel González, miembro del Consejo Nacional de la MI. Bajo el título “El sueño de San Maximiliano: la Milicia de la Inmaculada”, el mílite recordó los principales episodios de la vida de San Maximiliano Kolbe, la fundación de la MI, así como los ámbitos de misión del santo franciscano polaco, incluido el campo de concentración de Auschwitz. Igualmente, el conferenciante recalcó que el ideal de la Milicia es “un modo de vida cristiana para llegar a ser santos”, conquistando el mundo entero para Cristo a través de la Inmaculada.

Fr. Gonzalo Fernández-Gallardo: “consagrarse a la Inmaculada, según San Maximiliano Kolbe, es un acto de amor de la voluntad”

El guardián del convento de Granollers, Fr. Gonzalo Fernández-Gallardo, impartió la segunda conferencia sobre “Dejarse guiar por la Inmaculada”, centrada en el sentido de la consagración a la Virgen María. En una conmovedora y sentida aportación, Fr. Gonzalo comentó la total dependencia de San Maximiliano María Kolbe de la Madre de Dios, a partir de esa entrega a Nuestra Señora. “María es el regalo último de Jesús”- indicó, insistiendo en que “hay que recibir de Jesús a María” y así ganaremos en santidad. El sacerdote franciscano precisó que “los que nos consagramos a la Virgen hemos de amarla de manera sublime, activa, concreta y eficaz”. Citando algunos pensamientos de San Maximiliano, reveló que la Inmaculada “está unida de manera inefable al Espíritu Santo”. “Es la hora de nuestra voluntad, de decir sí, como María– alegó-. Es la hora de consagrarse a la Virgen”. En este sentido, aseveró que “consagrarse a la Inmaculada, según San Maximiliano Kolbe, es un acto de amor de la voluntad, y no sólo un sentimiento”. El sacerdote franciscano explicó que “un mílite se responsabiliza de su voluntad y se la entrega totalmente a María para que se la entregue a Dios”.

El sábado por la tarde, el Ministro Provincial presidió la Eucaristía celebrada en la iglesia del convento. En su homilía, el p. Ángel Mariano Guzmán destacó dos requisitos que deben brillar en la vida del apóstol: el ardor misionero y la buena formación. Asimismo, animó a los fieles a tener paciencia, afirmando que “el Señor poco a poco irá abriendo el corazón y el entendimiento”. La alegría fue otro de los aspectos que abordó, tiempo que constató que sólo el Señor nos da este don en plenitud. Con todo, aseguró que “lo principal del cristiano es dejarse querer por Dios”. “Seguro que como San Maximiliano, vamos a desbordar ese amor”- puntualizó.

Tras la Santa Misa, los participantes disfrutaron de unos audiovisuales sobre la vida y obra del P. Kolbe. El Presidente de la MI en España, Miquel Bordas, dedicó su intervención a presentar la situación actual de la MI en nuestro país. Acto seguido, se abrió un diálogo entre los participantes, compartiendo ideas y sugerencias de cara al desarrollo de la MI en España.

Por la noche, la imagen de la Inmaculada que alberga la capilla dedicada a esta advocación del templo franciscano, fue portada por las calles de Granollers en una concurrida procesión de antorchas con el rezo del Santo Rosario. Al regresar al templo, tuvo lugar una Vigilia de alabanza y adoración al Santísimo Sacramento.

La mañana del domingo 28 de mayo –Solemnidad de la Ascensión- estuvo dedicada a los testimonios de amor a la Inmaculada. Posteriormente, se consagraron 17 nuevos mílites a la Inmaculada.

La Asamblea concluyó con la Eucaristía presidida por el Obispo Emérito de Solsona, Mons. Jaume Traserra. El Prelado atisbó que la obra de San Maximiliano Kolbe al instituir la Milicia de la Inmaculada conserva toda su fuerza en estos tiempos. “¿Acaso no tenemos armas poderosas, si podemos contar con el Cielo y la Inmaculada?”-se preguntó. Mons. Traserra instó a los presentes a “progresar cada día más en la fe, esperanza y el amor”.

Al concluir la celebración eucarística, el obispo catalán bendijo la nueva capilla dedicada a la Inmaculada, decorada pictóricamente por la artista Beatriz de Colmenares.

Este año, la Asamblea Nacional de la Milicia de la Inmaculada ha estado muy vinculada a la Virgen de Fátima, al coincidir el Centenario de la fundación de este movimiento mariano con los cien años de las apariciones de Nuestra Señora a los tres pastorcitos en Portugal. Tres días después de que concluyese la última aparición de la Madre de Dios -invitando a la oración y a la penitencia por la salvación del mundo y asegurando el triunfo de su Inmaculado Corazón-, San Maximiliano fundaba en Roma junto a otros seis hermanos la Milicia de la Inmaculada, con el deseo de ganar el a todas las almas para Cristo a través de la Inmaculada.