MES DE NOVIEMBRE
Mes dedicado a recordar a nuestros hermanos difuntos

En este mes de noviembre consagrado a los fieles difuntos, provistos de nuestro Rosario, atémonos con ardor a la Virgen María, Reina de la Iglesia sufriente, y pidamos por su liberación.
La liturgia de la Iglesia nos invita especialmente, en este mes, a rezar por la Iglesia sufriente: son todas los almas que se encuentran actualmente en el estado intermedio del Purgatorio y que necesitan de nuestras oraciones y de nuestras mortificaciones, para borrar lo más pronto sus penas temporales debidas a sus pecados, perdonados pero no expiados aquí abajo.
No es un mes de tristeza ni de luto: es un mes de ardiente súplica para que, por María, nuestra Madre Iglesia libere a sus hijos difuntos, para que Dios, que es todo Amor les acoja lo antes posible en la Vida Eterna.
