Puntos de reflexión empleados en la reunión fundacional del grupo de la Milicia de la Inmaculada creado en la parroquia de Ntra. Sra. del Rosario de Madrid el 15 de noviembre de 2010:
- 1. Aquí nos ha traído Ella, Ella ha de ser la protagonista de todo esto, porque Ella nos lleva siempre a Jesús y Jesús es el Señor, el Principio y el Fin, el que nos ha alcanzado la Bienaventuranza Eterna, el Camino que lleva al Padre-Amor, el que nos colma del Espíritu Santo…
- 2. «Locos por La Inmaculada», como San Maximiliano: ¡se acabó la mediocridad! ¡renovamos el amor primero!, cada día.
Para ello:
- A. Aprender a rezar con amor (respuesta al Amor), especialmente el Rosario: humildad, paciencia y perseverancia. Rezar es un don, para el que hay que prepararse. Así pues, un amante de La Inmaculada ha de ser un místico, un santo, cada vez más santo. «Respirar el nombre de María». Que se nos note, sin ser artificiales, siendo auténticos y veraces. Caer en la cuenta, cada día, de que María, como a Jesús en Nazaret, me cuida, me acompaña, me enseña, me escucha, está conmigo,… Y, como en Caná, me dice cada día: «haced lo que Él os diga».
- B. Renovar la consagración a la Inmaculada, cada día con más verdad.
- C. Dar la vida a los demás, como Kolbe, hasta caer rendidos… Leer y releer la vida de San Maximiliano, y de otros santos, y aprender a ser así, ser concretos… (a vivir todo: tiempo, dinero, amistades,…, todo en Cristo).
- D. «Muchas almas aún no la conocen, no la aman, vagan lejos de Dios, manantial de la felicidad. Eso es lo que nos atormenta. Esforcémonos con su auxilio y pagando en persona, en introducirla en los corazones» (Escrito Kolbe, nº 927).Trabajar por la conversión propia y la de todos a Cristo: «se ha cumplido el plazo…» y María es la mejor valedora, «bajo tu amparo», «ruega por nosotros, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén».