Hoy Viernes Santo, Cristo nos regala a su Madre.
Sólo a los pies de la Cruz, nuestro Señor es capaz de decirnos a cada uno de nosotros: ¡Ahí tienes a tu Madre!.
Durante estos 40 días de Cuaresma, hemos estado preparando nuestro corazón y nuestra vida para acompañar a nuestro Señor en este último tramo de su camino que sube hasta la Cruz, pero que no se detiene allí.
Y que mejor forma que recorrer estos días agarrados de la mano de nuestra Madre.
Ella nos toma como niños pequeños en sus cariñosas y protectoras manos, pero al igual que le dijo a Sta. Bernadette en la cueva de Lourdes, no nos promete hacernos felices en vida. Nuestra Madre camina a nuestro lado para sostenernos en la vida, pero firmemente nos indica el camino a seguir, que no es otro que el que va hacia los pies clavados y sangrientos de su Hijo en la Cruz.
¡Madre, ayúdanos a vivir esta Semana Santa pegados a ti y a tu dolor, pero también enséñanos a esperar contra toda esperanza en la Resurrección de tu Hijo, como tú lo hiciste!