María, Madre del buen consejo
María nos aconsejó en las bodas de Caná, “Haced lo que El os diga” (Juan 2,5), y nos lo vuelve a dictar. ¿Qué quiere Cristo de mi?. ¿Lo podemos seguir cuando nos dice “deja todo y sígueme?” Cristo tenía que mostrarnos ante todo más el amor a Dios que el de la familia. ¡Pero cuántas veces abandonamos a nuestra Madre por amores, caprichos, vanidades y miedos!. ¡Oh dulce consejera del alma, oh hermosa Esclava!. Entrega a Dios nuestra alma para que se haga santa, que abramos nuestros oídos y seamos hijos solícitos. Amén.
Pensamiento de San Maximiliano Kolbe: «Miremos dentro de nosotros mismos: ¿Acaso no es verdad que cada vez que nos hemos ofrecido con toda el alma a la Inmaculada, Madre de Dios y Madre nuestra, ha entrado siempre la paz en nuestro corazón?…Quien no lo haya experimentado todavía, que pruebe, que lo vea, que se dé cuenta personalmente: ¡comprobará lo potente y lo buena que es la Madre de Dios y Madre nuestra!«(EK 1145)
Florecilla para este día: ser un verdadero Cristo para mi hermano.