Esta semana volvemos a repartir «El Caballero de la Inmaculada» en algunas bocas del Metro de Madrid. Es un gesto sencillo de presencia de la Iglesia en la calle. Para que cunda el Reino de Cristo en el mundo. Si nosotros callamos, hablarán las piedras.
Estamos en Cuaresma, preparándonos para la Pascua del Señor: en Cristo tenemos Vida, sin Él nos quedamos sin horizonte, en el pecado y la muerte. San Maximiliano Kolbe nos enseñó que es un camino seguro el amar, como San Francisco de Asís, con indecible amor a la Madre del Señor y Madre nuestra. María «aceleró» la hora de Cristo. María le acompañó hasta la Cruz. María es el testamento de Jesús. María nos auxilia en el arduo proceso de acoger la salvación, de morir al hombre viejo que llevamos dentro y renacer en Cristo, de ser testigos valientes del Resucitado, de vivir con humildad y con entereza los dones del Espíritu Santo, de no mancillar nuestra dignidad de hijos amados en el Único Hijo, Jesucristo nuestro Señor. Por todo ello, queremos llevar la frescura de la Virgen Inmaculada, en esta primavera madrileña que se adelanta, para que Ella pueda encontrar el corazón de alguno de los viandantes a los que entreguemos «El Caballero». Confiamos en este sencillo instrumento. Nos ponemos en sus manos. Pedimos vuestras oraciones y ofrecer alguno de vuestros sacrificios de estos días por esta causa, la causa de La Inmaculada, la causa del Reino de Jesucristo. Pedimos oraciones especialmente en las horas de reparto: martes, miércoles y viernes a las 12:00, jueves a las 18:00.
Con «El Caballero» invitamos también al «Sábado con La Inmaculada» que tendremos el próximo 17 de marzo, a las 18:30, en la parroquia Ntra. Sra. del Rosario, en el barrio del Batán (Madrid). Se trata de un rato de oración, de reflexión y, si surge, de diálogo en torno a la Virgen. Como el sábado antecede al domingo, la Virgen nos dispone para acoger a Cristo, y en Él y por Él la Vida que no tiene fin, la Vida con fundamento definitivo, la Vida que anticipa los gozos eternos.