INTENCIONES DE LA MI INTERNACIONAL PARA EL 2014MARZO Como venimos haciendo cada mes, desde nuestra casa madre de la Milicia de la Inmaculada Internacional en Roma nos ofrecen a lo largo de estos 12 meses del 2014 que reflexionemos sobre una serie de intenciones, que en el fondo son virtudes que como cristianos tenemos que seguir cultivando toda nuestra vida. MarzoSobriedad de vida: Para que la Cuaresma sea un tiempo favorable para vivir según un estilo de vida sobrio y solidario, confiando en la ayuda de Dios.

El Papa Francisco dijo a los seminaristas, novicios y novicias de todo el mundo: «Pero yo les digo: “La verdad, me duele cuando veo a un sacerdote o una hermana con el auto último modelo, ¡no, no es posible! ¡No puedes! Ustedes piensan esto: ‘¿pero ahora, Padre, tenemos que andar en bicicleta?’ ¡Es buena la bicicleta! Mons. Alfred anda en bicicleta: él anda en bicicleta”. Creo que el auto es necesario porque hay que hacer un montón de trabajos, e ir de aquí para allá… pero tengan uno más humilde! Y si te gusta ese lindo, piensa en cuántos niños mueren de hambre. ¡Solo esto! La alegría no nace, no viene de las cosas que tienes» (Papa FRANCISCO, Discurso a los seminaristas, novicios y novicias, 6 de julio de 2013).

En cuanto a «nuestro» Maximiliano, podemos decir que su pobreza es igual a la de san Francisco, ya que siente y vive este consejo evangélico en la óptica de la confianza total en la Providencia de Dios.
Ser pobres es el capital en el cual los dos santos confían, seguros de que el Altísimo bendecirá las intenciones que él mismo inspiró. Al referirse a su padre y fundador, el padre Kolbe quiere que los frailes habiten en edificios sencillos y pobres, y utilicen cuanto se les da, no para finalidades personales, sino para aquellos que sufren todo tipo de pobreza, especialmente espiritual. La Inmaculada, con su presencia cariñosa y su intercesión, permite a sus hijos alcanzar metas apostólicas extraordinarias. De este modo nos explicamos el nacimiento y la propagación de la Milicia de la Inmaculada, de El Caballero y de la Ciudad de la Inmaculada, expresiones apostólicas de alto valor evangélico y de una notable expansión, que tienen como base la incondicional confianza en el Señor y en la Virgen.

Luego está la pobreza personal, que debe ser vivida de la manera más perfecta y auténtica posible. Los fondos que el Omnipotente permite administrar deben destinarse a la difusión de la Palabra. El religioso está llamado al desprendimiento total, propio de quien está llamado a seguir a Cristo de una manera plena y convencida. Maximiliano considera que debemos tener como fin la Inmaculada y la pobreza como capital: dos riquezas que Niepokalanów no puede, de ninguna manera, dejar. Sin este fin dejaría de ser Niepokalanów, traicionaría su misión. «Y, sin la pobreza y sin la confianza en la Providencia Divina, no podemos hablar de empuje, de pasión» (EK 299).

Las grandes obras de Dios nacen y se desarrollan en el abandono completo en sus manos. La confianza y la pobreza van de la mano y se fundamentan en la conformidad a Cristo pobre que lo lleva al éxito apostólico en un estilo misionero.El estilo sobrio del fraile y del mílite se dirige a lograr la vivencia del Reino. La confianza incondicional en la acción amorosa y providente de Dios es la guía fundamental para caminar hacia la vida eterna, y para testimoniar al mundo la belleza de este camino. Es importante, por tanto, limitar al máximo las necesidades personales, tales como la vivienda, la ropa y los alimentos para poner todo al servicio de la misión en forma libre y constante. Lo que importa es unir los esfuerzos con la llamada al apostolado en vista del Reino de Dios
También somos pobres cuando, para la difusión del Evangelio y del amor a la Inmaculada, utilizamos los medios más poderosos, con la condición de que haya una sobriedad personal, fruto de la donación incondicional de la propia vida al Señor. Debemos apuntar a los más modernos medios de apostolado para el anuncio y mantener un estilo de vida humilde y esencial para garantizar la fidelidad en el seguimiento y en el abandono a la Providencia y al proyecto de Dios, con la certeza de que no nos faltará su ayuda. El Padre Kolbe, aún permaneciendo en la línea de la pobreza querida por san Francisco y heredada por la tradición franciscana, contribuye a una innovación en su propia manera de practicarla. La vida del religioso debe ser pobre y sobria, siempre dirigida a la búsqueda de la presencia y de la voluntad de Dios. Sin embargo, para predicar el Evangelio y la venida del Reino es necesario dar el máximo, utilizar, si la Providencia lo permite, todos los recursos posibles para que el anuncio sea eficaz y de vanguardia. El estilo del hermano menor está marcado por la esencialidad, y la dimensión misionera se enriquece lo más posible según las fuerzas físicas y económicas de la comunidad religiosa. El papel de María es muy importante para quien quiere ser pobre, porque «a Ella pertenecen todas nuestras cosas. Por lo tanto, una pobreza perfecta y un uso de las cosas solo cuando son necesarias y suficientes para alcanzar la finalidad» (EK 486).La Inmaculada es, por lo tanto, un punto de referencia para aquellos que son llamados a una vida de pobreza para seguir al Señor. Cuando el creyente abandona en Ella, se deja guiar también en relación al uso de los bienes.

Para reflexionar– El desprendimiento de los bienes materiales y la búsqueda de los eternos representan un gran desafío para todos los creyentes. ¿Cómo vivís la sobriedad y la esencialidad?- La fe me lleva a creer que Dios hará grandes cosas en mí, sin que esto se relacione con lo que poseo. El abandono confiado en el Señor y en la Inmaculada permite a Kolbe realizar grandes obras, aún en la pobreza absoluta. Su ejemplo ¿habla a mi corazón?- ¿Vivir con sobriedad me permite ser sensible a los pobres: acojo la invitación del Papa, que me exhorta a estar atento a las necesidades de los hermanos?
